Conozcamos Nuestros Pueblos : MARIA


            La Casa de Melilla en Almería ha realizado una nueva edición de su viajera actividad “Conozcamos Nuestros Pueblos”, desplazándonos en esta ocasión a la lejana localidad de María.

            La población de destino, María, se encuentra situada a unos 180 kilómetros de la capital, en el límite provincial de Almería, Murcia, Granada, Jaén y Albacete. Esta población, se encuentra a unos 1,200 metros sobre el nivel del mar, perteneciendo a la Comarca de los Velez, siendo el municipio más alejado de la capital almeriense. Es un municipio que está casi todo él, enclavado en el Parque Natural Sierra de María – Los Velez, siendo una de sus principales fuentes de ingreso, la producción de jamones y embutidos, pues haya varias fábricas dedicadas a ello.

            Para realizar este largo desplazamiento, el autobús con los melillenses a bordo, partió del Zapillo almeriense, a las ocho horas, del primaveral sábado 3 de Marzo, llegando a destino sobre las diez y media, después de recorrer unos kilómetros por la vecina provincia de Murcia, ya que la carretera pasa por el término municipal de Puerto Lumbreras.

            Allí en la población de destino, la primera visita de los melillenses fue al Ayuntamiento, donde nos esperaba el Teniente de Alcalde, Sr. García Alcaina, quien nos dio la bienvenida a la localidad y nos dijo que en sus tiempos de estudiante había visitado en alguna ocasión Melilla. Entregó para la Casa un cuado con la imagen de la patrona del pueblo. Lola, la presidenta de la Casa, le dio la réplica y le hizo entrega de un ejemplar del libro Melilla Viva,

            Después de la visita a la Casa Consistorial, visitamos la Iglesia de la Encarnación, compramos pan y embutidos caseros, dimos un paseo por el pueblo  y, de nuevo, al autobús para recorrer tres kilómetros de subida al Parque Natural de Sierra María – Los Velez, para visitar la Ermita de la Virgen de la Cabeza, muy venerada en la población,

            La explanada de acceso a la Ermita es un mirador desde el que se divisa gran parte del Valle. Visitada la Ermita, el autobús se dirigió a un secadero de jamones, de los varios que hay en el municipio, donde fuimos recibidos por su propietario, quien nos enseñó las instalaciones y nos explicó toda la cadena de producción. Además, fuimos obsequiados con una degustación de esto rico producto. Después de las compras de rigor, ya nos fuimos hacia el restaurante El Panzas, donde estaba concertada la comida, a base de embutidos de la zona, potaje de trigo y carne a la brasa, regado con cerveza o vino del país.

            Ya, finalizada la comida y después de encontrarnos con dos cerdos de “San Antón” (los cria todo el pueblo para comérselos en las fiestas de San Antón),, nuevamente subimos al autobús, para desandar los 180 kilómetros recorridos por la mañana, llegando a la sede de la Casa, sobre las ocho de la noche.
           

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